En la mayoría de los casos, el tratamiento de la escoliosis en adolescente es conservador. No obstante, esto depende, especialmente, del grado de curvatura que tenga el paciente.
De esta forma, en curvaturas inferiores a los 20 grados lo más habitual es que se recomienden revisiones periódicas para controlar progresión de la curva y ejercicios posturales para mantener la musculatura lo más tónica posible y tratar de frenar la evolución de la curva en el crecimiento. El seguimiento nos permitirá actuar de forma rápida si comprobamos que hay riesgo de progresión de la escoliosis. Es decir que, entre dos visitas, la curva del paciente empeora, por ejemplo, de 15 a 20 grados.
Cuando la curva se encuentra entre los 20-40 grados, se pueden combinar dichos ejercicios con el apoyo de un corsé ortopédico. Este puede llevarse por las noches o durante las 24 horas para corregir.
Únicamente en escoliosis graves con curvas mayores de 40 o 45 grados que provoquen deformidades importantes que afectan a la calidad de vida del paciente, se recomendará la cirugía para corregir la escoliosis.