El insuficiente control sintomático de la distonía, demostrado en múltiples ensayos clínicos con diferentes fármacos y sus combinaciones, obliga a la búsqueda sistemática de nuevas alternativas terapéuticas.
TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS CONVENCIONALES
La distonía generalizada primaria de torsión y la distonía generalizada secundaria no suelen mejorar con a los tratamientos farmacológicos convencionales que sí mejoran otras formas de distonías focales (anticolinérgicos, GABAérgicos, antiespásticos, agonistas dopaminérgicos, antagonistas dopaminérgicos y anticonvulsivantes o sus combinaciones).
IMPLANTE
El implante de un dispositivo subcutáneo recargable para la infusión intratecal de baclofeno es una técnica quirúrgica que se ha utilizado también para el tratamiento de la distonía generalizada refractaria a los medicamentos. No obstante, ha demostrado ser más beneficioso en pacientes con distonía en asociación con espasticidad. Desde la década de 1980, la aplicación de toxina botulínica se ha convertido en un tratamiento de primera línea para las diversas formas de distonía focal, por su alta eficacia y efectos secundarios mínimos.
ECP
La estimulación cerebral profunda (ECP) bilateral del globo pálido interno en pacientes con distonía generalizada primaria, muestra una reducción de entre un 50 a 80% en los síntomas distónicos. Esta modalidad de tratamiento está indicada en la distonía generalizada, así como en la distonía cervical que no responde a la toxina botulínica y en algunas distonías secundarias. Los resultados con la ECP son favorables, variables según el tipo de distonía y conservados a largo plazo.