El tratamiento de las fracturas vertebrales es muy variable. Se basa en el tipo, causa, localización y características de la fractura y en la presencia, o no, de los síntomas neurológicos asociados por compresión de la médula o los nervios.
Se puede realizar un tratamiento conservador o un tratamiento quirúrgico, así como una combinación de ambos.
MANEJO CONSERVADOR
El manejo conservador se realiza en aquellas fracturas que no se consideran peligrosas. Es decir, en las que no hay riesgo de complicaciones secundarias y que no presentan síntomas neurológicos desde el principio.
Este se basa en el uso de diferentes fármacos que ayudan a reducir el dolor. En ocasiones puede ser necesario el uso de corset u órtesis, que puede ser fabricada a medida dependiendo del tipo de fractura y de su localización. En caso de problemas metabólicos o endocrinológicos, se tratará de corregir, con o sin la ayuda de fármacos, los problemas causantes relacionados.
El manejo quirúrgico es muy variable y dependerá del tipo de fractura, de su causa y de la localización. En algunos casos puede ser necesario inyectar cemento dentro de la vértebra (vertebroplastia, cifoplastia), sobre todo en caso de fracturas osteoporóticas, refractarias a tratamiento médico.
Puede ser necesaria una estabilización posterior de la fractura con la colocación de unos tornillos posteriores, que pueden ser colocados de manera percutánea (mini invasiva) y/o abierta. Estos tornillos, dependiendo del tipo de fractura, pueden ser retirados en el momento en el que se considera la fractura curada, generalmente entre 8 meses y un año.
CASOS MÁS GRAVES
En los casos más graves, puede ser necesaria la realización de una fusión vertebral, para bloquear definitivamente el segmento afectado por la fractura. Esta cirugía se puede realizar en diferentes tiempos quirúrgico, además del tiempo quirúrgico posterior para la colocación de los tornillos, citado precedentemente, puede ser necesaria la colocación de implantes en la parte anterior de la columna, que nos sirven para recambiar completa o parcialmente la vértebra fracturada (corporectomía).
FRACTURA SECUNDARIA
Cuando se trata de una fractura secundaria a causa tumoral puede ser necesario extraer toda la vértebra (vertebrectomía) para su estudio, en cuyo caso se remplaza con otra artificial. En casos seleccionados se realiza simplemente una biopsia de la vértebra para su estudio, ya que existen algunos tipos de tumores óseos que se tratan con fármacos (quimio y/o radioterapia).
Raramente, en las causas traumáticas y/u otras, la cirugía se realiza de manera urgente para evitar complicaciones mayores, sobre todo cuando hay una compresión directa sobre las estructuras neurológicas (médula y/o nervios). En estos casos puede ser necesaria la descompresión directa de las estructuras afectadas, realizando una laminectomía (resección de los elementos posteriores de la vértebra) posterior. La cirugía de descompresión con laminectomía se suele completar con la estabilización de los segmentos con tornillos posteriores con o sin soporte anterior con vértebra artificial.