MIO es un conjunto de técnicas neurofisiológicas que se utilizan para evaluar la función del sistema nervioso durante una intervención quirúrgica de manera objetiva y eficaz.
Acabar con el dolor es posible y nuestro equipo quiere ayudarle a conseguirlo. Dé el primer paso contactando con nosotros.
Madrid: +34 919 148 441
Barcelona: +34 936 090 777
Instituto Clavel y el Hospital Universitario San Frascisco de Asís celebremos el Día Mundial de la Columna con unas jornadas muy especiales en Madrid, del 17 al 19 de octubre.
Nuestro objetivo es que cuides tu espalda y, para ello, te ofrecemos talleres de higiene postural guiados por fisioterapeutas y consultas gratuitas con nuestros doctores.
MIO es un conjunto de técnicas neurofisiológicas que se utilizan para evaluar la función del sistema nervioso durante una intervención quirúrgica de manera objetiva y eficaz.
La MIO incluye técnicas como la monitorización de las vías motoras y sensitivas medulares, el mapeo cortical y subcortical cerebral, la electromiografía de nervio periférico continua o la electroencefalografía continua.
Esta monitorización es una herramienta para detectar y cuantificar al instante, en tiempo real, los cambios funcionales en estructuras neurológicas, con suficiente antelación. Gracias a ella se puedan tomar medidas si es necesario y así evitar posibles lesiones neurológicas durante la intervención.
Los procedimientos que implica no comportan molestias para el paciente, ya que se realizan una vez dormido.
La MIO es recomendable en:
CIRUGÍA CEREBRAL
CIRUGÍA DE MÉDULA ESPINAL Y COLUMNA
CIRUGÍA CEREBRAL VASCULAR
CIRUGÍA DE NERVIO PERIFÉRICO
OTROS TIPOS DE CIRUGÍA COMO LA DE TIROIDES O DE CARÓTIDA
1. Evitar el daño de las estructuras neurológicas que están en riesgo durante ciertas maniobras quirúrgicas. Permite advertir a tiempo al cirujano de una posible complicación para intervenir y corregir el problema disminuyendo así el riesgo de daño neurológico permanente.
Por ejemplo, durante la cirugía para la escoliosis, el seguimiento de la médula espinal mediante potenciales evocados puede proporcionar de forma temprana alertas de daño inminente, debido a la instrumentación o a una manipulación no deseada por excesiva manipulación.
2. Identificar estructuras neurales específicas y puntos de referencia que no pueden ser fácilmente reconocidas solo por razones anatómicas. A esta técnica se le denomina mapping o mapeo y consiste en tocar con estimulación eléctrica la corteza cerebral para ver qué zona se activa. En este proceso el paciente está despierto y habla o realiza alguna una actividad (por ejemplo, tocar el violín), lo que permite a los neurocirujanos identificar qué zona pueden tocar o no, basándose en si se produce algún fallo en la realización de dicha actividad al estimularla.
3. Proporcionar al cirujano información continua permanente de la integridad funcional de las estructuras neurales en riesgo confirmando que la estrategia quirúrgica es la apropiada, con el fin de realizar una cirugía más agresiva optimizando los márgenes de seguridad en la resección de tumores.
4. Identificar un serio problema sistémico que necesita ser corregido.
5. Evaluar la eficacia de una acción correctiva o una intervención quirúrgica. Por ejemplo, la descompresión de la raíz nerviosa en caso de radiculopatía o la eliminación de un clip arterial que había dado lugar a una isquemia.
6. En caso de lesión, puede predecir el pronóstico neurológico, lo que mejora el proceso clínico post-operatorio del paciente.
La monitorización intraoperatoria utiliza varias técnicas de registro para controlar las estructuras nerviosas en todo momento. El uso de una combinación de estas técnicas es lo que se llama monitorización multimodal, la que nos aporta un alto grado de sensibilidad y especificidad próximas al 100%.
Los tipos de técnicas utilizados, los sitios de registro y el sitio de la estimulación se eligen siempre de forma específica para cada caso. Esto dependerá de qué estructuras se encuentren en riesgo en cada procedimiento quirúrgico.
Nos dan información sobre la integridad funcional de toda la vía sensitiva (nervio periférico, columnas dorsales, lemnisco medial, tálamo y corteza cerebral somatosensorial).
Se obtienen con la estimulación de los nervios mediano o cubital y tibial posterior, mediante unos electrodos subcutáneos colocados a nivel de la muñeca y de la tibia.
También se registra el potencial evocado en el cuero cabelludo con electrodos en sacacorchos (PES corticales), en el espacio epidural mediante catéter epidural (PES espinales) o directamente en corteza cerebral mediante una tira de electrodos (fase reversa) dependiendo del tipo de intervención quirúrgica.
Nos dan información sobre la integridad funcional de la vía corticoespinal. Se obtienen tras estimulación eléctrica transcraneal (EET), mediante electrodos de sacacorchos colocados en el cuero cabelludo.
Otra alternativa es la estimulación directa cortical (EDC), mediante una tira de electrodos y registrando el potencial en los músculos de extremidades superiores e inferiores con electrodos subcutáneos (PEM muscular) o registrado en el espacio epidural en medula espinal usando un catéter (onda D).
Nos dan información de las vías motoras desde la corteza hasta los núcleos de los pares craneales. Se obtienen tras la EET con electrodos de sacacorchos colocado en cuero cabelludo y registrando el potencial motor en los músculos dependientes de cada par craneal (pc).
Dan información de la vía auditiva hasta el mesencéfalo. Se obtienen tras el estímulo monoaural con clics mediante unos cascos, registros homolaterales obtenidos con electrodos subcutáneos colocados en mastoides y otro electrodo en sacacorchos colocado en cuero cabelludo a nivel de vértex.
Dan información de la integridad de la vía visual. Se realizan tras la estimulación con destellos de luz con unas gafas y registrando los potenciales con electrodos en sacacorchos colocados en cuero cabelludo.
Nos da información de la integridad del arco reflejo del parpadeo en donde se valora los pares craneales V y VII y sus conexiones troncoencefálicas. Se realiza estimulando el nervio supraorbitario mediante electrodos subcutáneos colocados en región supraciliar y registrando la respuesta motora en el párpado inferior.
Se obtienen tras la EET mediante electrodos de sacacorchos en cuero cabelludo y registrando la respuesta con electrodos subcutáneos colocados en esfínter anal externo.
Nos da información de la integridad de la vía refleja para evitar daños que puedan ocasionar un trastorno en la micción, defecación y función sexual.
Se obtienen con la estimulación del nervio pudendo a través de electrodos de pegatina colocados en el dorso del pene o clítoris y registrando el potencial mediante electrodos subcutáneos colocados en el esfínter anal externo.
Es el registro de la actividad espontánea de los músculos. Nos da información de la integridad de la conducción nerviosa entre el nervio periférico y el músculo. Se realiza mediante electrodos subcutáneos colocados en diferentes músculos dependiendo del procedimiento.
Es el registro de la actividad espontánea del cerebro. Durante la cirugía vascular cerebral nos permite valorar si el cerebro recibe suficiente oxígeno, valora la profundidad anestésica y ayuda a prevenir crisis epilépticas. Se registra mediante electrodos en sacacorchos colocados en el cuero cabelludo.
Son técnicas que, mediante estimulación eléctrica, permiten identificar de forma anatómica las estructuras neurales específicas. Se utilizan en las siguientes intervenciones quirúrgicas:
Cuéntenos su caso para que podamos asesorarle de forma personalizada.