20-01-2023

Todo lo que debes saber sobre la cirugía de reemplazo discal

La cirugía de reemplazo discal o ADR es una intervención que consiste en la sustitución de un disco dañado por una prótesis de disco artificial. Desde Instituto Clavel te contamos todo sobre esta intervención, desde sus ventajas hasta los posibles riesgos.

En aquellos casos en los que se padecen los síntomas de un disco degenerado, es decir, dolor lumbar o cervical y los tratamientos conservadores no han sido eficaces, se pueden realizar dos tipos de intervenciones: una cirugía de fusión de disco lumbar o cervical en la que las vértebras se fusionan a través de tornillos y/o placas provocando que  las vértebras queden fijas, o bien la cirugía de reemplazo discal (ADR) en la que se sustituye el disco dañado por una prótesis de disco artificial.

En Instituto Clavel recomendamos la técnica ADR por abordaje anterior a pacientes de entre 18-60 años con uno o dos discos degenerados, que padecen dolor crónico y no han mejorado con los tratamientos conservadores.

Conoce más sobre la cirugía ADR

Ventajas de la cirugía ADR frente a la cirugía de fusión

Muchos cirujanos consideran la cirugía de fusión como la cirugía de su elección, pero en Instituto Clavel como especialistas en tratamientos de columna cervical y columna lumbar, hemos comprobado que la cirugía ADR es una opción que presenta muchas ventajas frente a esta. 

El motivo principal es que con la cirugía de reemplazo total del disco se consigue acabar con los agentes causantes del dolor; el núcleo degenerado, el anillo fisurado, las terminaciones nerviosas sinuvertebrales, así como el platillo erosionado. Además, las mejoras que se han producido estos últimos años en el material de las prótesis hacen que sea más eficaz. 

Por todo esto y otras ventajas que detallamos a continuación, es la cirugía que recomendamos siempre que sea posible y una de las que realizamos con mayor frecuencia.

  • En una cirugía de ADR no se inmovilizan las vértebras, por lo que se conserva el movimiento de la articulación.
  • Se minimiza el riesgo de la degeneración del disco adyacente respecto al que existe en la cirugía de fusión y que lleva a requerir una nueva intervención en el futuro.
  • La cirugía ADR es mínimamente invasiva, ya que se realiza un abordaje anterior a la columna; es decir que ni se abre la musculatura de la espalda, ni se manipulan los nervios, lo que disminuye de forma significativa el riesgo de dolores crónicos o lesiones nerviosas.
  • No se realizan osteotomías, que pueden comportar una importante pérdida de sangre.
  • Al recuperar totalmente la movilidad de las vértebras la calidad de vida del paciente aumenta notablemente permitiéndole volver a realizar actividades deportivas y reduciendo considerablemente el dolor.

Proceso de cirugía ADR en Instituto Clavel

Antes de someterse a la cirugía, el paciente debe pedir consulta en el Instituto Clavel para que el cirujano conozca su historial médico y pueda aconsejarle la mejor opción de forma personalizada. De esta forma, el paciente y el médico valoran conjuntamente si se debe intervenir.

Se asignará una fecha y el paciente ingresará el mismo día de la intervención habiendo ayunado durante al menos 6 horas con anterioridad a la misma. La duración de la cirugía suele ser de una hora cuando operamos un nivel lumbar o cervical, aunque cada nivel extra supone unos treinta minutos. Una vez la cirugía ha concluido, el paciente es trasladado a una zona de reanimación en la que permanecerá unas dos horas, paso previo al traslado a su habitación. La media de hospitalización suele ser de entre 1 y 3 días, dependiendo del tipo de cirugía.

La recuperación de la cirugía de ADR es un proceso progresivo en el que, que como es normal, el paciente puede notar molestias. Pasados entre 7 y 10 días desde la intervención, el paciente se hace una visita de seguimiento, para realizar una cura de la herida y la retirada de sutura en caso pertinente.

Durante la primera semana se recomienda que el paciente camine y no realice esfuerzos y pasado ese periodo ha de continuar caminando como mejor ejercicio para su recuperación. En líneas generales no debe realizar esfuerzos no indicados ni adoptar malas posturas durante los 3 primeros meses tras la cirugía, especialmente el primero.

El inicio de la práctiva deportiva dependerá del estado individual de cada paciente y su estilo de vida previo a la cirugía. No obstante, en líneas generales, transcurrido un mes de la cirugía, se puede comenzar a practicar deporte y actividades de bajo impacto como nadar.

Al cabo de unas 5 semanas el paciente puede reincorporarse a su actividad laboral si ésta no supone esfuerzos, en el caso de que sí los realicen, la reincorporación se suele producir tras 9 semanas de la intervención. Alternativamente, es recomendable que se realicen sesiones de rehabilitación tuteladas en un centro de fisioterapia especializado. En Instituto Clavel nuestro equipo médico trabaja de la mano con los profesionales de IC Rehabilitación para ofrecer una rehabilitación adaptada a cada caso.

 

 

Posibles riesgos o complicaciones de la intervención

A pesar de que se trata de una cirugía mínimamente invasiva, como cualquier otra intervención quirúrgica puede suponer algún riesgo para el paciente. Los repasamos a continuación:

  • Daño en las estructuras nerviosas: es mucho más raro que por abordaje posterior tradicional debido a que durante gran parte de la cirugía se trabaja lejos de estas, pero no es imposible.
  • Afectación vascular: el momento más delicado de la cirugía es la disección de los grandes vasos que discurren por delante de la columna, por lo que el sangrado y la necesidad de transfusión son riesgos a tener en cuenta. Se trata, sin embargo, de un riesgo controlado ya que dichas estructuras son reparables en el momento y aún en caso de lesión no suele haber repercusión para el paciente porque puede controlarse de forma inmediata y adecuada. Incluso si se tratase de una lesión compleja, disponemos de la ayuda de cirujanos vasculares localizados siempre que realizamos este tipo de cirugía.
  • Infección: como cualquier cirugía, no está exenta del riesgo de infección, pero el hecho de ser rápida, con apertura conservadora y con una herida quirúrgica de fácil manejo hace que estas sean infrecuentes.

Respecto a las complicaciones postoperatorias menores, estas son los más frecuentes:

  • Estreñimiento postoperatorio: hay que tener en cuenta que como la vía de acceso es abdominal, el movimiento intestinal o peristaltismo queda ralentizado durante los primeros días, por lo que un estreñimiento de 3 o 4 días suele ser perfectamente normal y se puede tratar sin problemas con laxantes suaves en caso de necesitarlo. La reintroducción de la dieta tras la cirugía se realiza de forma progresiva desde líquidos a alimentos sólidos normales durante las primeras 48h. 
  • Molestias en glúteos y muslos: es relativamente habitual presentar cierto dolor en estas zonas durante las primeras semanas al progresas la movilización. No obstante, se controlan fácilmente mediante tratamiento farmacológico.
En Instituto Clavel contamos con todas las herramientas y tecnología más vanguardista, con sistemas de nueva generación para llevar a cabo este tipo de intervenciones de forma segura y efectiva
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