El objetivo de nuestros tratamientos es que el paciente se despida del dolor y pueda tener una buena calidad de vida, que le permita reincorporarse completamente tanto a sus actividades cotidianas como a su actividad laboral. Pero para que eso sea posible, además de la intervención a la que se someta, es fundamental que el paciente corrija los malos hábitos (en caso de que los haya) y apueste por un estilo de vida lo más saludable posible. Además, esto permitirá reducir el riesgo de que se vuelvan a producir problemas en el futuro.