Damián Negrón llevaba años sufriendo dolor cervical y lumbar por degeneración discal en ambas zonas. Necesitaba una solución, pero las opciones en EE. UU eran muy invasivas y no le convencían. A eso se sumaba que, al ser testigo de Jehová, tenía complicaciones a nivel médico con los doctores. Por eso, buscó otras alternativas y decidió viajar a España para someterse a una operación de ADR en Instituto Clavel.
“Lo que tenemos disponible en Estados Unidos de este tipo de operaciones son las fusiones de vértebras, que era lo que yo no quería hacerme. Conocí a Instituto Clavel gracias a una persona que se operó con el doctor Pablo Clavel y después de años con este problema, mucho tiempo investigando, supe que lo que yo quería era eso, el ADR”, explica Damián.
Cuando se decidió, se puso en contacto con el centro para conocer sus opciones. Al vivir en Puerto Rico, todo este proceso se hizo de forma online. “Súper cómodo, de verdad que fue muy fácil. La respuesta fue bien rápida, algo que también me impresionó muchísimo. Son documentos que no son nada complicados, subí las pruebas y todas estas cosas, también muy sencillo”, comenta cuando le preguntamos si se sintió cómodo al hacer el proceso por Internet.
Su dolencia, hernia discal cervical y hernia discal lumbar, al afectar ambas zonas, suponía dos cirugías ADR y el doctor le ofreció la posibilidad de hacer las dos en la misma operación. Damián lo vio como la mejor opción y aceptó, pero le hizo saber al doctor que deseaba que no se realizasen transfusiones durante la operación, una decisión ligada a su religión.
La experiencia de Damián en Instituto Clavel como testigo de Jehová
“Una de las cosas que más satisfacción me dio fue la forma en la que Pablo Clavel me trató como testigo de Jehová, parecía que él también lo era, a ese nivel. En la forma tan deferente y seria con la que lo asumió y cómo lo respetó. Es algo que nos tocó mucho porque en Estados Unidos, en Puerto Rico, tenemos muchas diferencias con los doctores. Aquí se cree mucho en la transfusión de sangre y al final es un proceso médico como lo es una pastilla, ¿verdad? Que se puede rechazar o no, según el tratamiento que uno considere mejor para sí mismo”, detalla Damián.
En este sentido, la ventaja de la cirugía ADR es que es una intervención mínimamente invasiva en la que no se realizan osteotomías vertebrales, que pueden suponer una gran pérdida de sangre. Además, en el quirófano de Instituto Clavel, el equipo médico cuenta con recuperadores sanguíneos que permiten que la sangre que pierde el paciente durante la cirugía vuelva continuamente al torrente sanguíneo del paciente, reduciendo notablemente la necesidad de transfusiones sanguíneas.
“Pablo entendió muy bien mi decisión y fue una de las cosas que me dio seguridad en él. Como le digo a todo el mundo, la mejor noche que dormí fue la anterior a operarme, después de hablar con él. Salí seguro de que todo iba a ir bien. Nunca le escuché decirme “te puede pasar esto malo”, nunca, en ninguna conversación con él y eso fue de gran ayuda”, añade.
La operación y la estancia hospitalaria
Damián llegó a Barcelona a mediados de junio. Viajó sin problemas desde Puerto Rico gracias a los documentos que le ofreció el equipo y que justificaban su viaje por tratarse de un proceso médico. Antes de iniciar el viaje se realizó la prueba del COVID-19 y también el día antes de la operación. Con resultado negativo en ambas, comenzó el proceso quirúrgico.
“Ingresé el 17, el día de la cirugía. Al llegar nos subieron a mi esposa y a mí a la habitación. Me encantó la idea porque en Estados Unidos no es así, te dejan en una sala de espera con un montón de gente esperando a diferentes tipos de cirugía. También te van a recoger al cuarto cuando tú estás ready. Fue excelente, más cómodo, relajado y personal. Eso nos gustó mucho”, explica.
La cirugía sustitución de disco duró aproximadamente 3 horas, más la parte de recuperación. “Al despertar me sentí bien. Tenía un poco de dolor, pero no como yo me esperaba en una cirugía así, con dos cirugías en una, de cuello y de espalda”, recuerda.
Tras la cirugía, Damián estuvo 5 días ingresado, de los cuales destaca la atención que recibió por parte del equipo. “El equipo fue excelente. Sonia estuvo conmigo en todo momento para las pruebas. Cuando fui al cardiólogo, al anestesiólogo... Olga también estuvo con nosotros y ambas fueron a visitarme a la habitación para ver cómo estaba, algo que uno no esperaría. También me llevaron flores al cuarto. Todo demuestra su excelente trato personal”.
La rehabilitación y la vuelta a casa
Una vez dado de alta, Damián y su mujer se quedaron unos días más en Barcelona para poder acudir a las sesiones de rehabilitación en FisioSpine. “Tuve cuatro sesiones con la mejor, como digo yo, con Laia. Excelente terapista física y mira que yo conozco muchos terapistas, pero ella tiene una excelente mano”, recalca.
Cuando finalizaron estas sesiones, tuvo una cita final con el doctor en la que le hicieron las recomendaciones necesarias para seguir con la recuperación en casa. “Ahora me siento muy bien, el cuello está super. Sí tengo sensaciones en los pies y algún dolor por la zona de la espalda porque, como él me explicó, tuvo que trabajar bastante esa área. Va a durar unos tres meses, pero el dolor lumbar o cervical más intenso ya no existe, estoy haciendo terapia aquí con ejercicios y es increíble lo rápido que voy mejorando”.
Y esto último es, precisamente, una de las cosas que más destaca de su experiencia cuando le preguntamos. “Lo más impresionante de esta cirugía es el proceso de recuperación. Conozco a un amigo al que le hicieron una fusión de vértebras y la operación duró siete horas, la mía 3 y fueron dos. A los tres meses todavía le cuesta caminar. A otro conocido le fusionaron el cuello y estuvo meses con collarín. A mí me operaron el cuello y a los cuatro días lo tenía como si nada. Al no ser tan invasiva, la recuperación es increíble”, señala.
Ahora ya no es solo su amigo el que recomienda este tipo de operación, sino también él mismo. “La recomiendo a ojos cerrados 200%. De verdad que sí. Clavel es un doctor que se crece, cuando uno lo mira piensa, como decimos aquí, que es para que esté caminando por las nubes. Tremendo, la verdad que sí”, finaliza Damián con una sonrisa.
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