Aunque un tumor benigno no tenga la agresividad que sí tienen los tumores malignos, si se alojan en el cerebro o médula espinal pueden generar complicaciones. ¿Cuáles son las posibles secuelas tras una operación de tumor cerebral benigno? En Instituto Clavel queremos contestar a esta pregunta.
El tumor cerebral benigno no es canceroso y en algunos casos no se asienta profundamente en el tejido cerebral, por lo tanto, los médicos pueden extirparlo más fácilmente por la vía quirúrgica.
Entre los tipos de tumores cerebrales benignos más frecuentes, está el meningioma. Este tumor surge en las meninges, que son las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Son más comunes en mujeres y suelen diagnosticarse con más frecuencia en edad adulta.
Los síntomas de esta enfermedad evolucionan de forma lenta. Sin embargo, en caso de aparición repentina de convulsiones o cambios bruscos en la visión o la memoria, se recomienda atención médica de emergencia. Si el paciente requiere cirugía, los médicos extirparán completamente el meningioma, y en caso de no poder extraerlo por completo, debido a que el tumor aparece cerca de estructuras delicadas del cerebro o la médula espinal, será necesario un tratamiento postoperatorio.
Los restos que no fueron removidos durante la operación se pueden tratar con radioterapia, que reduce la probabilidad de que el meningioma vuelva a aparecer. Sin embargo, cabe mencionar que para aplicar otros tratamientos será necesario, primero, examinar la muestra que se tomó al extraer el tumor.
En su gran mayoría, los casos de meningiomas totalmente benignos (grado 1), no precisan tratamientos adicionales, aunque queden restos del mismo tras la cirugía, pero quizá sea necesario intervenir de nuevo si reaparece con el tiempo. Ahora bien, si hablamos de un meningioma atípico (grado 2), se suele ofrecer radioterapia y, en el caso de los tumores de meninge grado 3, estos son considerados malignos y ya no se habla propiamente de meningioma.
Existen, además del meningioma, siete tipos más de tumores benignos que destacan. A continuación, mencionamos algunos de ellos:
- Cordomas: su crecimiento es lento y se diagnostican con más frecuencia en personas de entre 50 y 60 años. Suelen aparecer alojados en la base del cráneo y la parte inferior de la columna vertebral.
- Craneofaringiomas: nacen colindantes a la glándula pituitaria, se originan en los restos de células embrionarias que quedan atrapadas en esta zona. Pueden ocasionar déficits hormonales, que se podrían considerar como una secuela relativamente frecuente.
- Tumores de Glomus yugular: se ubican justo debajo de la base del cráneo, en la parte superior de la vena yugular y se consideran la forma más común de tumor glómico.
Operación de meningioma: posibles secuelas
En la mayoría de los casos, los pacientes no experimentan dolor o problemas asociados tras una cirugía de tumor cerebral benigno. Pero existe otro porcentaje reducido de personas que pueden sufrir complicaciones, las cuales suelen aparecer a largo plazo. Entre las secuelas más comunes están las siguientes:
- Convulsiones
- Cambios en la memoria y la personalidad
- Debilidad y dificultad para concentrarse
- Trastornos del lenguaje
Se mencionan estás complicaciones de forma muy general para que sean tomadas en cuenta. Sin embargo, no todos los pacientes las tienen que experimentar, y esto varia básicamente en función de dónde está alojado el tumor cerebral. Por lo tanto, el tratamiento empleado para contrarrestar las secuelas dependerá de las áreas que se vean afectadas en ese paciente.
Estas áreas se clasifican de la siguiente manera:
- Motoras
- Cognitivas
- Del lenguaje
- Funcionales
- Conductuales
Un paciente puede experimentar secuelas tras la operación de tumor cerebral, en más de una de estas áreas a la vez. Es decir, puede experimentar la pérdida de la movilidad en miembros superiores o inferiores, problemas del lenguaje o de conducta, todo en un mismo periodo de tiempo. Por ello, cuando esto ocurre, el tratamiento debe valorarse por diferentes especialistas de forma conjunta.
Si después de extirpar el tumor el cirujano considera necesario poner en marcha otras opciones de tratamiento como la radioterapia, para asegurarse de eliminar cualquier residuo que quedara tras la intervención quirúrgica, el paciente puede experimentar secuelas dos semanas después de haber iniciado.
Irritación de la piel, con sequedad, enrojecimiento, picazón o sensibilidad en la zona de las orejas y el cuero cabelludo, así como dolores de cabeza, son algunos de los efectos que puede desarrollar. Además, la fatiga también puede aparecer durante el tratamiento de radiación y la mejor forma de contrarrestarlo será descansando suficiente por la noche y comiendo de forma saludable.
La epilepsia: una secuela poco frecuente
¿Es normal que después de una cirugía de meningioma quede como secuela la epilepsia?
Los expertos apuntan a que no es excepcional, sobre todo si el paciente tuvo alguna crisis antes de la intervención quirúrgica. Lo más probable es que se controle con medicación y después de un tiempo prudencial, que puede variar entre los seis meses o el año, se puede intentar retirar el medicamento.
¡Cada paciente es único!
La forma de abordar un tumor cerebral, el tratamiento que debe ponerse en marcha, así como las posibles complicaciones que puedan surgir, antes, durante y después de la cirugía, va a depender de muchos factores, porque cada paciente es único.
Dependiendo de la patología y su localización, se podrá clasificar su riesgo neurológico, donde hay inmensas posibles alteraciones funcionales y grados de severidad. Como profesionales en el campo de la neurocirugía sabemos que existen riesgos, pero estos se estiman de forma individual dependiendo del perfil del paciente y dichos riesgos serán expresamente informados antes de realizar el tratamiento quirúrgico.
En Instituto Clavel, además de la experiencia de nuestros neurocirujanos, contamos con la última tecnología de monitorización intraoperatoria, que nos ayuda a controlar en todo momento el estado del paciente y así aumentar al máximo su seguridad.
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