La epilepsia es un trastorno cerebral que causa ataques epilépticos recurrentes no provocados. Puede deberse a una lesión en el cerebro o puede tener una causa genética, sin embargo, en la mayoría de los casos, se desconoce la causa y no todas las convulsiones son epilépticas. En este artículo te explicamos más.
Empezamos definiendo las crisis epilépticas o comiciales, conocidas coloquialmente como convulsiones, que son ráfagas repentinas de actividad eléctrica anormal y excesiva en el cerebro y pueden afectar a nuestra forma de actuar. Es decir, pueden causar cambios involuntarios en el movimiento de brazos y piernas, en la función del cuerpo, en el comportamiento o en la conciencia.
Sin embargo, no todas las crisis epilépticas son iguales. Por ejemplo, algunas personas que padecen epilepsia tienen más de un tipo de crisis y no todas las que tienen una crisis epiléptica tienen epilepsia. La crisis comicial digamos que es un evento puntual y la epilepsia es una enfermedad neurológica.
Causas de las crisis epilépticas
Se puede originar una crisis epiléptica por una causa física, una enfermedad o un trauma, o también por una sustancia o evento al que el cuerpo responde. Algunas de las causas más comunes que pueden provocarla son:
- Una infección
- Un problema metabólico
- Tener fiebre muy alta
- Un traumatismo craneoencefálico
- Un accidente cerebrovascular
- La abstinencia de algunas drogas o del alcohol
- La reacción a un medicamento
Por otro lado, también hay otro tipo de problemas médicos que pueden parecerse a las crisis comiciales pero que no se deben a los cambios en la actividad eléctrica del cerebro. Algunos profesionales los denomina eventos no epilépticos, entre ellos:
- Un síncope
- La migraña
- Trastornos del movimiento
- Trastornos del sueño
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es una enfermedad cerebral en la cual algunas células nerviosas (grupo de neuronas) no emiten señales correctamente y provocan convulsiones. Las crisis epilépticas aparecen de forma intermitente y pueden durar unos minutos.
En general, podemos distinguir dos tipos de crisis epilépticas dependiendo de la zona del cerebro afectada: las generalizadas, que afectan a toda la superficie del cerebro y provocan pérdida de conocimiento, y, por otro lado, las crisis parciales o focales, en las que la descarga comienza en una zona concreta, pudiendo extenderse al resto de la corteza cerebral.
Tipos de epilepsia
Epilepsia focal
Las crisis epilépticas o comiciales de inicio focal aparecen en un lado del cerebro. Hay dos tipos de crisis focales:
Crisis consciente de inicio focal (crisis parciales simples), es decir, el paciente está despierto y consciente durante la convulsión. Los síntomas de la epilepsia focal consciente son:
- Cambios en los sentidos
- Cambios emocionales repentinos
- Sacudidas musculares incontrolables
- Ver luces intermitentes
- Mareos
Crisis de conciencia alterada de inicio focal (crisis parciales complejas) significa que está confundido o ha perdido la conciencia durante la convulsión. Los síntomas son:
- Mirada fija o en blanco
- Movimientos repetitivos
Epilepsia generalizada
Las crisis generalizadas afectan a todo el cerebro. Existen 6 tipos diferentes:
- Crisis de ausencia: provocan mirada en blanco y pérdida de conciencia. Puede haber movimientos musculares menores. Las crisis epilépticas de ausencia son más habituales en los niños y se pueden confundir con soñar despierto.
- Crisis atónicas: se pierde el control muscular. En ocasiones se puede caer al suelo durante esta convulsión.
- Crisis tónicas: el tono muscular aumenta y hay una tensión y rigidez generalizada.
- Crisis clónicas: suceden cuando los músculos se sacuden continuamente durante segundos o un minuto.
- Crisis tónico-clónicas: estas son lo que la mayoría de la gente tiene en mente cuando se habla de convulsión. Es decir, se pierde el conocimiento, se cae al suelo, los músculos se ponen rígidos y se sacuden durante unos breves minutos.
- Crisis mioclónicas: se caracterizan porque provoca espasmos musculares breves, similares a un shock.
Tratamientos de la epilepsia
En algunos pacientes el tratamiento farmacológico no surte efecto para remitir las crisis epilépticas, por lo que en algunos casos se opta por la intervención quirúrgica. Con la cirugía se pretende encontrar y eliminar la zona del cerebro donde se originan las crisis o eliminar lo que pueda estar causando esas crisis, como, por ejemplo, un tumor.
La epilepsia solo se opera después de probar antiepilépticos y no notar ninguna mejoría; cuando las crisis son focales y aparecen en una parte del cerebro que se puede localizar y extraer; si la parte de cerebro que provoca las crisis no controla funciones importantes como la memoria, el lenguaje o la vista o si la epilepsia surge con caídas que pueden provocar más lesiones cerebrales.
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Las crisis no epilépticas psicógenas
Las crisis no epilépticas psicógenas no son causadas por una actividad eléctrica cerebral anormal y tienen una causa psicológica. Sin embargo, los síntomas son muy parecidos a una crisis epiléptica. Pueden causar con cambios involuntarios en el comportamiento, el movimiento o la conciencia y suelen durar más que las crisis epilépticas.
Una gran parte de las personas que sufren este problema tienen antecedentes psiquiátricos, como depresión, ansiedad y trastornos de la personalidad. También es habitual que haya antecedentes de abuso sexual, emocional o físico o estrés postraumático.
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