Una caída puede comprometer tu columna vertebral y ocasionar molestias en el corto o largo plazo. Esto fue precisamente lo que le sucedió a Josefita Noemí Mazariegos de Corzo, una paciente guatemalteca de 73 años que, tras sufrir una caída, llegó a Instituto Clavel con la esperanza de mejorar su salud y recuperar la libertad de movimiento. Conoce su historia a continuación.
La espalda es una de las grandes afectadas tras una caída. Y es que, cuando esto ocurre, se produce un fuerte impacto del cuerpo contra el suelo, un golpe que puede variar en función del propio peso del individuo. Josefita Noemí Mazariegos de Corzo sabe lo que una caída puede ocasionar y cómo este tipo de accidentes limitan el día a día de quien los sufre.
Como ella misma nos comentó “solo una persona que lo haya sufrido puede comprender a otra que pasa por esta situación”. Ella, durante 20 años experimentó molestias en su espalda producto de un accidente de este tipo. Sin embargo, asegura que no fue hasta hace un par de años cuando empezó a sufrir dolores más graves que la limitaban hasta tal punto, que llegó a sentir que sus piernas no le respondían.
Poco a poco empezó a notar cómo su capacidad para hacer las tareas cotidianas era cada vez menor y fue entonces cuando decidió buscar ayuda. Consultó con varios neurocirujanos en Guatemala, que trataron su caso con analgésicos y terapias de movimiento, pero su situación no mejoró. Decidida a ponerle un alto al dolor y recuperar su movilidad, continuó averiguando hasta que supo que en España existía un centro especializado en columna vertebral.
El primer contacto que tuvo Noemí con el doctor Clavel fue a través de una videoconferencia donde el neurocirujano y director del Instituto Clavel, tras revisar sus estudios y radiografías, determinó que era necesario practicarle una cirugía para liberar el canal espinal que estaba comprometido. Por lo tanto, una vez que la paciente llegó a España fue intervenida de su estenosis lumbar practicándole una hemilaminectomía lumbar bilateral microquirúrgica.
Según le sugirió el médico, la primera cirugía debía acompañarse de otra conocida como artrodesis transpedicular, que se realiza para proporcionar estabilidad a la columna. Sin embargo, la paciente decidió esperar para realizar la artrodesis propuesta y tras experimentar aumento del dolor, dos años después de la primera cirugía, regresó para ser intervenida por segunda vez.
“Pensé que después de la segunda operación ya no iba a ver más al doctor. Me dijo: su columna ha quedado perfecta, ahora podrá tener una mejor calidad de vida”, recordó Noemí a la vez que contó cómo otro accidente la llevó por tercera vez al quirófano, años después de su última cirugía.
Para esta tercera intervención, una vez que el médico valoró las pruebas, se le aconsejó a la paciente que era necesario realizar una extensión de artrodesis hasta el nivel L1 y descompresión en el nivel L2-L3. Procedimiento que se realizó el 15 de febrero del 2022.
Te invitamos a que conozcas su historia en el siguiente vídeo, en el que podrás ser testigo de cómo esta paciente de 73 años enfrentó los tres procedimientos de columna, así como las mejoras que experimentó tras los mismos.
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