Estar ingresado en un hospital afecta tanto al paciente como a su familia, al suponer un gran impacto emocional. Cuando un paciente debe permanecer ingresado durante varias semanas, es recomendable contar con un acompañante que le dé apoyo y le ayude a afrontar mejor su estancia hospitalaria.
Estar acompañado de alguien de la familia es lo que más agradece el paciente, pero esto no siempre es posible por motivos laborales, familiares e incluso porque el paciente esté ingresado en el hospital de una ciudad diferente a la de su residencia.
En estos casos es cada vez más frecuente contar con un acompañante de hospital, una persona especialmente preparada para esta labor. En este artículo vamos a tratar las cualidades que debe tener el acompañante de un enfermo.
Cualidades que debe reunir un acompañante
1. Empatía para ponerse en el lugar del enfermo y comprenderlo. Es muy importante que la persona acompañante sea empática para que pueda sentir y mostrar compasión.
2. Capacidad de escucha y comunicación. La persona acompañante deber ser capaz de escuchar y comunicarse con facilidad con el enfermo.
3. Paciendia y capacidad para manejar el estrés. Tratar con enfermos requiere de altas dosis de paciencia y de saber manejar el estrés que puede ocasionar su cuidado.
4. Flexibilidad y organización. Fundamental para adaptarse a las necesidades del enfermo, darle la medicación y atender a las diferentes necesidades que puedan surgir.
5. Capacidad para tomar decisiones con agilidad y consideración al enfermo.
6. Actitud positiva para mantener al enfermo con el mayor optimismo posible.
7. Discreción y confidencialidad en cuanto al paciente, su enfermedad y tratamiento.
Además, cuando se trata de acompañar a enfermos a los que hemos intervenido de algún problema de columna, en Instituto Clavel recomendamos, además, que el acompañante tenga:
8. Conocimiento de las restricciones y necesidades del post operatorio.
9. Capacidad física y habilidades para seguir las instrucciones del médico para ayudar al paciente a moverse en la cama, levantarlo y ayudarle a caminar.
10. Capacidad para detectar posibles problemas que puedan presentarse en el post operatorio y, muy importante, capacidad para gestionar el dolor que pueda sufrir el paciente.
Contar con el apoyo necesario tanto físico como emocional puede ser la clave para la mejor recuperación del paciente.
Dr. Ignasi Catalá
Neurocirujano y director médico del Instituto Clavel
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