Los síntomas que produce un meningioma suelen ser sutiles en la etapa inicial, y como son tumores de lento crecimiento, el paciente normalmente no los experimenta sino hasta que la enfermedad ha avanzado. La buena noticia es que, la mayoría de ellos son benignos. Desde Instituto Clavel te explicamos más sobre esta patología.
Supongamos que Manuel, un hombre de 35 años, sufre un golpe en su cabeza tras caerse de una escalera mientras trabajaba. Manuel es llevado al hospital y los médicos inician una revisión de rutina producto de la contusión que sufrió. Durante ese proceso descubren que Manuel tiene un meningioma y que su caída se produjo por una pérdida de visión momentánea.
La historia que te acabamos de contar busca reflejar la forma en la que pueden ser diagnosticados algunos meningiomas y los síntomas que una persona puede experimentar cuando estos empiezan a irrumpir en el día a día de ese paciente. Y es que, con frecuencia se descubren por casualidad. Una persona puede vivir con un meningioma sin presentar síntomas.
¿Qué son y cuáles son sus síntomas?
Los meningiomas son tumores que crecen de las cubiertas que rodean al cerebro y la médula espinal, por lo que se consideran como un tumor primario del sistema nervioso central. Con su crecimiento tienden a comprimir o presionar el cerebro, así como sus nervios y los vasos adyacentes. Es conocido como el tumor benigno más comúnmente diagnosticado entre los adultos.
Los pacientes con esta patología requieren de vigilancia e incluso atención médica, ya que son tendentes a formar trombos, hay casos en donde experimentan trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar, dos discapacidades que pueden llegar a afectar considerablemente su calidad de vida.
Clásicamente se han dividido en tres grados:
- El de primer grado es el más común y es benigno, lo que significa que las células del tumor crecen muy lento.
- El segundo se denomina meningioma atípico de grado intermedio y en este existe una probabilidad más alta de que vuelva a desarrollarse una vez extirpado.
- Y el tercero y último de los grados, denominado como meningioma anaplásico maligno, es un tipo de tumor maligno y puede tener un crecimiento más rápido.
No obstante, lo cierto es que es muy raro que se malignicen y tras extirpaciones completas, lo más habitual es que los tumores no vuelven a crecer. En una resonancia magnética el especialista localiza con facilidad la lesión y muchas veces este examen permite sospechar el diagnóstico correcto.
Las mujeres suelen padecer más esta enfermedad. Se descubren frecuentemente en personas de edad avanzada, pero esta no es la regla, ya que pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Con más frecuencia se hacen estudios craneales por otros motivos que tienen como hallazgo casual un meningioma, como le sucedió a Manuel en la historia que te presentamos en un inicio.
Cabe destacar que la edad, precisamente, no tiene por qué ser un impedimento para que se realice la cirugía de extirpación del tumor. El meningioma en ancianos puede operarse siempre que lo permita el estado clínico del paciente.
Por otra parte, entre los síntomas más comunes asociados con los meningiomas destacan los siguientes:
- Dolores de cabeza
- Convulsiones
- Deficiencia neurológica focal progresiva
¿Qué quiere decir esto último? Si el tumor está localizado en un área funcional, el paciente desarrolla síntomas en el otro lado. Si está sobre la corteza motora, desarrollará síntomas motores, sobre la corteza sensorial, desarrolla síntomas sensoriales y si esta sobre la corteza visual, los síntomas se empezarán a notar en la visión.
Cambios en el estado de ánimo, pérdida de la memoria, dificultades para prestar atención, zumbidos en los oídos y debilidad o entumecimiento en brazos y piernas son otros de los síntomas que puede presentar una persona que padezca esta enfermedad.
Meningioma maligno o benigno: ¿cómo se trata?
Como comentamos anteriormente, en la mayoría de los casos, los meningiomas son benignos. No obstante, es posible que el paciente requiera ser intervenido quirúrgicamente.
En este artículo te explicamos en qué casos es necesario operar un tumor cerebral benigno
Si se trata de un meningioma maligno, la primera opción de tratamiento es la cirugía. Además, existen tratamientos adicionales que se pueden poner en marcha, ya sea en un tumor maligno o benigno, entre los cuales destacan:
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La radioterapia: con ella se busca demorar el regreso de meningiomas de grado II y III. También suele aplicarse en aquellos casos en los cuales el cirujano no logro extirpar todo el tumor, porque se encontraba cerca de estructuras delicadas en el cerebro o la médula espinal.
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La quimioterapia: la cual intentará detener o hacer más lento el crecimiento de las células cancerosas, las cuales crecen y se dividen rápidamente. El uso de esta terapia para tratar los meningiomas es poco frecuente y solo se utiliza en un escenario en el que el paciente no responde ni a la cirugía ni la radiación.
Desde Instituto Clavel esperamos haberte ayudado con este artículo.
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