El Parkinson y la esperanza de vida no siempre tienen una relación directa. De hecho, se considera una enfermedad crónica. Además, actualmente disponemos de tratamientos muy eficaces para mejorar los síntomas.
El Parkinson y la esperanza de vida es una cuestión que preocupa mucho a las personas afectadas por esta enfermedad.
Sobre todo, cuando se empiezan a presentar los primeros síntomas y hay un diagnóstico reciente.
Sin embargo, la esperanza de vida en el Parkinson no tiene por qué reducirse. Especialmente, si se responde a los tratamientos y no hay complicaciones graves.
En ese sentido, se estima que las personas pueden vivir entre 15 y 25 años desde el momento del diagnóstico.Esto la convierte en una condición a largo plazo o crónica.
Evolución del Parkinson: fase a fase
La enfermedad del Parkinson es una afección neurológica causada por la degeneración o la descomposición de las células del sistema nervioso.
Este proceso no se da de forma abrupta, sino que es progresivo. Es decir, la aparición de los síntomas es gradual, por lo que estos son leves al principio y empeoran con el tiempo.
Es por ello que hablamos de fases de la enfermedad de Parkinson.
Es importante insistir en que el paso de una etapa a otra variará en cada persona.
De este modo, es imposible determinar cuál será la esperanza del vida en el Parkinson.
Fase 1
Se trata del inicio de la enfermedad. Puede haber manifestaciones físicas, pero no lo suficientemente importantes como para afectar la vida diaria de la persona.
De hecho, los síntomas iniciales del Parkinson pueden llegar a pasar desapercibidos o no se les da importancia.
No obstante, la familia y los amigos pueden notar cambios en el caminar, las expresiones faciales o la postura.
En el Parkinson, un síntoma inicial característico es que solo hay temblores en las manos en un solo lado del cuerpo. Lo mismo con las demás dificultades de movimiento.
Fase 2
La progresión de la enfermedad del Parkinson es más evidente en esta etapa. Los síntomas como los temblores y la rigidez son más notorios.
También suelen aparecer cambios en las expresiones faciales, la postura corporal y complicaciones motoras (problemas al caminar).
Otros síntomas no motores son las dificultades al hablar.
A diferencia de en la fase 1, los síntomas ya afectan a ambos lados del cuerpo.
Una persona con Parkinson puede vivir sola en estas fases iniciales, aunque suelen tener dificultades para realizar actividades cotidianas.
Es importante señalar que la progresión de la fase 1 a la fase 2 del Parkinson puede llevar meses o incluso años.
Fase 3
Es la etapa intermedia del Parkinson y supone un punto de inflexión en la evolución de la enfermedad.
Se mantienen los síntomas motores y no motores de la fase 2, y aparece la pérdida de equilibrio. También hay una disminución de los reflejos.
Los movimientos se ralentizan aún más y esto hace que las caídas sean más frecuentes.
La calidad de vida se ve afectada de forma más notoria.
Fase 4
Las personas con Parkinson que se encuentran en esta fase pueden mantenerse en pie por sí mismas. Sin embargo, necesitarán un andador u otro tipo de ayuda para caminar.
Cuando la evolución de la enfermedad llega a esta fase, la pérdida de independencia es importante. Como consecuencia, muchas personas ya no pueden vivir solas.
Fase 5
Se trata de la etapa más avanzada de la enfermedad. Las personas con Parkinson necesitarán silla de ruedas, asistencia las 24 horas para prevenir caídas y ayuda para levantarse.
La rigidez muscular en las piernas suele hacer imposible el caminar y estar de pie.
El comportamiento de las personas con Parkinson en las fases 4 y 5 también puede cambiar. Es habitual que haya periodos de confusión, alucinaciones y delirios.
La demencia y la disfagia (problemas para deglutir) son otros síntomas finales del Parkinson que aparecen con frecuencia.
Otras complicaciones que pueden aparecer en estas fases están causadas por los efectos secundarios de los medicamentos.
Parkinsonismo y esperanza de vida: ¿cuándo existe relación?
Como hemos visto, Parkinson y esperanza de vida no tienen porque estar relacionados.
Sin embargo, es cierto que hay complicaciones que pueden implicar un peor pronóstico. Entre ellos, la disfagia grave, la demencia y las caídas frecuentes con facturas.
Estos factores sí podrían incrementar la mortalidad en las últimas fases de la enfermedad.
En ese sentido, es cierto que en el Parkinson avanzado, la muerte tiene como principal causa la neumonía por aspiración.
Esto ocurre por la disfagia. Los alimentos o líquidos pueden bajar por la tráquea y llegar a los pulmones, causando una infección.
De ahí que sea tan importante que las personas con Parkinson puedan comer de forma segura.
Por su parte, la demencia asociada a la enfermedad puede reducir la supervivencia. Sobre todo, si la demencia se desarrolla antes de los 70 años.
Finalmente, las caídas en personas mayores también aumentan el riesgo de muerte. En el caso tener Parkinson, es más probable que estas ocurran al haber complicaciones motoras y una pérdida de equilibrio.
A pesar de todo ello, es importante trasladar un mensaje tranquilizador.
En los últimos años, ha habido muchos avances en el tratamiento del Parkinson y disponemos de opciones terapéuticas eficaces. Sobre todo, para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Además, se está investigando mucho para encontrar tratamientos que ralenticen e incluso frenen la progresión de la enfermedad.
Así lo explica el doctor Gabriel Salazar, neurólogo especialista en Parkinson del Instituto Clavel, en este articulo.
Entonces, ¿cómo muere una persona con Parkinson?
Más allá de si acorta la esperanza de vida, muchas personas también tienen la duda de si el Parkinson es mortal.
La realidad es que, aunque el Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa progresiva, no se la considera mortal.
Sin embargo, como hemos visto, es cierto que, a medida que avanza, puede causar complicaciones que podrían llegar a derivar en la muerte.
De ahí que muchas veces se refiera a la última fase de la enfermedad como Parkinson terminal.
Pero no es la enfermedad en sí la que la provoca la muerte. Por ello, no es posible generalizar cómo muere una persona con Parkinson.
Además, esta puede ocurrir por causas que nada tienen que ver con esta condición.
Parkinson y esperanza de vida en jóvenes
La mayoría de personas que desarrollan la enfermedad de Parkinson tienen más de 60 años.
Sin embargo, esta puede aparecer entre los 21 y 40 años. De ser así, hablamos de Parkinson juvenil.
En este caso, la esperanza de vida es mayor porque la progresión es mucho más lenta que en las personas mayores.
Principalmente, porque suelen tener menos problemas generales de salud y responden mejor a los tratamientos de fisioterapia neurológica.
Instituto Clavel, especialistas en el tratamiento del Parkinson
En Instituto Clavel contamos con un equipo de los mejores neurólogos de Parkinson de España.
Más allá de la experiencia, contamos también con la tecnología más puntera y los tratamientos para el Parkinson más avanzados.
La clave está en poder hacer un diagnóstico precoz e iniciar un plan terapéutico individualizado.
Por este motivo, quedamos a tu disposición para cualquier consulta. Solo tienes que reservar cita con uno de nuestros neurólogos especialistas en nuestros centros de Barcelona o Madrid.
Dr. Gabriel Salazar Tortolero
Neurólogo
Especialista parkinson y movimientos anormales. Cirugía de parkinson, estimulación cerebral profunda y hifu. Neurorehabilitación, dolor neuropático, cefaleas y toxina botulínica.
Categorías: Enfermedades cerebrales