Si sufres de una hernia discal y estás controlando el dolor con ayuda de medicamentos, ejercicio o fisioterapia; debes saber que en algunos casos esto solo maquilla los síntomas. Hoy queremos contarte cuáles son las posibles consecuencias de no operarse una hernia discal, en caso de que sea la mejor opción para tu problema.
Algunas personas manejan el dolor mejor que otras; lo vemos en nuestros pacientes todos los días. Es por ello que prefieren optar por un tratamiento conservador y piensan muy poco en la posibilidad de operarse como una forma de aliviar sus molestias. En Instituto Clavel siempre apostamos, en primera instancia, por un tratar al paciente lejos del quirófano, porque creemos en los tratamientos conservadores.
Sin embargo, no todos son candidatos a ser tratados de esta forma, ya que podrían comprometer su salud y el desarrollo de sus actividades diarias. El dolor puede aumentar y sus síntomas en lugar de mejorar podrían empeorar.
Tal como puede ocurrir con cualquier otro problema de salud; si dejas que pase mucho tiempo sin tratarlo, este puede empeorar tu calidad de vida, pero cuando se trata de problemas en la columna vertebral esto es aún más delicado. La médula espinal es la encargada de controlar el sistema nervioso, el cual se comunica con el resto del cuerpo, y si se sufre de una hernia de disco, que no se trata correctamente, esta puede dañar las raíces nerviosas o causar dolor crónico.
Si la cirugía es la opción que te han recomendado los especialistas para aliviar tus molestias, enseguida te contamos cuáles son las consecuencias de no operarse una hernia discal:
- Dolor casi permanente
- Daño a los nervios (que puede llegar a ser permanente)
- Parálisis parcial
- Pérdida del control de esfínteres cuando se habla de una hernia discal lumbar. En casos muy extremos, el paciente pierde la sensación en los músculos internos, la parte trasera de las piernas y al área alrededor del recto.
Hernia discal: síntomas graves
¿Cuándo se debe operar una hernia discal?
Quienes sufren por una hernia de disco no tienen, necesariamente, que pasar por un quirófano. Se estima que solo un 10% de los casos requiere cirugía. Dentro de ese porcentaje existe un número determinado de pacientes que, tras 6 u 8 semanas con tratamientos conservadores, no lograron frenar las molestias.
Y es que la experiencia nos dice que, pasado este tiempo, si el paciente no logra una mejoría, resulta más complicado que los síntomas desaparezcan. Es aquí cuando el especialista ve la cirugía como la opción más viable para que el paciente vuelva a hacer una vida normal. A continuación, indicamos cuándo se debe operar una hernia discal:
- Hay incapacidad de movimiento: supongamos que la hernia está ubicada a nivel cervical e impide que muevas con normalidad el brazo o la mano. Esto puede ser una señal de que está dañando el nervio que te permite realizar ese movimiento. En estos casos es recomendable operar la hernia discal.
- El dolor es incontrolable con medicamentos: si el paciente experimenta un dolor muy fuerte, aunque no se hayan cumplido las 6 u 8 semanas de tratamiento conservador, entonces se valora poner en marcha el tratamiento quirúrgico.
- Comprime todas las raíces nerviosas: cuando esto sucede se habla del “síndrome de cola de caballo”. Esta afección provoca dolor intenso en la zona lumbar, pérdida de fuerza en los miembros inferiores y problemas urinarios, como incontinencia. Si el paciente está experimentado este síndrome, debe operarse con urgencia.
Operación de columna vertebral
Cirugía de hernia discal lumbar
En Instituto Clavel apostamos por resolver la compresión nerviosa provocada por la hernia discal lumbar de la forma menos invasiva posible. Por lo tanto, en la mayoría de los casos optamos por realizar una microdiscectomía lumbar. Este procedimiento consiste en extraer el tejido herniado y según sea el caso, el vaciado parcial del disco afectado.
Sin embargo, existen pacientes que presentan una base de la hernia muy ancha con compresión radicular bilateral o asociada a otras patologías. Aquí preferimos poner en marcha una artroplastia discal (ADR), que busca reemplazar el disco dañado por una prótesis artificial. Y como última opción, en casos donde existen elementos adicionales de la anatomía dañados, se práctica una artrodesis o fusión.
Cirugía de hernia discal cervical
Cuando se trata de una hernia a nivel cervical, se pueden poner en marcha los mismos procedimientos indicados en al apartado anterior. Optaremos por evaluar la posibilidad de realizar una técnica mínimamente invasiva, como lo es la microdiscectomía cervical. Este procedimiento se lleva a cabo por vía anterolateral, lo que evita la manipulación excesiva de la médula y los nervios.
Sin embargo, una vez hecho esto será necesario reemplazar el disco degenerado por uno artificial, y es aquí donde entra en escena la cirugía de ADR o de sustitución de disco. Una alternativa que está por encima de la fusión, ya que es mucho menos invasiva y permite que el paciente conserve la movilidad natural de su columna.
Ante la pregunta que muchos nos formulan sobre, cuánto dura una operación de hernia discal, la respuesta es que depende del tipo de abordaje que se lleve a cabo y la región de la columna que se va a intervenir. Pero podríamos decir, en términos generales, que este tipo de intervenciones no sobrepasan una hora.
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Categorías: Tratamientos de columna, Cirugía, Instituto Clavel