El dolor de espalda puede producirse por causas variadas. En la mayoría de los casos no es grave y remite en poco tiempo. Sin embargo, hay otros casos en los que es necesario acudir al especialista. El Dr. Pablo Clavel explica a qué signos hay que prestar atención para detectar si el dolor de espalda puede ser grave.
La gran mayoría de las molestias en la espalda suelen ser puntuales y cesan en poco tiempo, sin necesidad de acudir al médico. Pueden producirse por un sobresfuerzo, un pequeño golpe o alguna mala postura al dormir o al realizar cualquier actividad del día a día. Cuando esto ocurre, lo más habitual es que mejore con reposo o algún analgésico.
Desafortunadamente, hay ocasiones en las que el dolor de espalda no es pasajero, sino que hay una patología detrás que debe valorar un especialista. El Dr. Pablo Clavel, neurocirujano con más de 20 años de experiencia, habla sobre aquellas circunstancias que deben alertarnos.
Señales de que el dolor de espalda debe valorarlo el especialista
Si el dolor de espalda se ha iniciado recientemente y se da alguna de las siguientes situaciones, recomendamos que acuda al especialista:
- Intensidad del dolor: si se trata de un dolor muy intenso que no mejora con la toma de analgésicos. Tampoco cesa al cambiar de postura.
- Duración del dolor: no mejora tras 7 días de manejo conservador con medicación y reposo.
- Localización del dolor: si el dolor irradia desde la zona lumbar o cervical a las piernas o los brazos.
- Otros síntomas: si además del dolor de espalda aparecen otros síntomas como debilidad, pérdida de sensibilidad, espasmos musculares, dificultad para moverse, fiebre o pérdida de peso repentina, entre otros.
Síntomas que indican que el dolor de espalda puede ser grave
Además de lo mencionado en el apartado anterior, hay otros indicadores que pueden guiarnos para determinar si el dolor se trata de una urgencia médica.
- El dolor es muy agudo.
- Se produce dificultad para estar de pie de forma estable.
- El dolor aparece con una pérdida de fuerza repentina en las extremidades inferiores.
- Hay dificultad para orinar o para controlar los esfínteres.
- Se pierde sensibilidad en los genitales, el ano o la zona interna del muslo.
¿Qué patologías pueden producir dolor de espalda?
Lo cierto es que hay muchas patologías que pueden producir dolor de espalda. Si nos centramos en aquellas que afectan a la columna vertebral, algunas de las más comunes con las siguientes.
Hernia discal
Una hernia se produce cuando un disco intervertebral se rompe por un punto y su contenido se sale. Puede presionar un nervio cervical o lumbar y producir dolor, debilidad u hormigueo. Este se puede irradiar a los brazos o las piernas, según su localización. Dependiendo del estado de la misma, el tratamiento puede ser conservador o quirúrgico.
En caso de que sea necesario operar al paciente, en Instituto Clavel apostamos siempre por técnicas mínimamente invasivas para que la recuperación sea más rápida. Una de las opciones más recomendables es la cirugía de reemplazo de disco (ADR), en la cual retiramos el disco degenerado y lo sustituimos por una prótesis que imita al disco natural sano. De esta forma, se conserva la movilidad.
En este vídeo puedes saber más sobre la cirugía de reemplazo de disco cervical.
Estenosis de canal lumbar
La estenosis de canal lumbar es una patología en la cual el canal vertebral lumbar, por donde circulan las raíces nerviosas que se dirigen a las extremidades inferiores, se estrecha. La causa de la patología en la mayoría de los casos es degenerativa ya que, con el paso del tiempo, el hueso y los tejidos ligamentosos crecen, provocando que el canal pase a ser más estrecho.
Sus síntomas más habituales son el dolor de piernas, de espalda y el hormigueo. En los casos graves, el estrechamiento del canal puede producir incontinencia por comprimir estructuras nerviosas que van hacia la vejiga o el intestino.
Saber más sobre la estenosis de canal lumbar y su tratamiento
Síndrome facetario
Las articulaciones facetarias, que se encuentran en la zona posterior de las vértebras, también pueden degenerarse con el paso del tiempo y las cargas a las que están sometidas. En las etapas iniciales de la degeneración no se suelen producir síntomas, por lo que cuando estos aparecen, suelen haber producido bastantes cambios en las facetas.
Los síntomas más habituales son el dolor, la sensación de rigidez y la dificultad para realizar movimientos. El dolor suele aumentar al estar de pie o al coger peso y puede irradiarse desde la zona lumbar hasta los glúteos y la parte posterior de los muslos. En la zona cervical se puede irradiar a la nuca, los hombros y brazos.
El tratamiento de este síndrome suele comenzar con opciones conservadoras como la fisioterapia, pero si no mejora, el especialista puede recomendar un tratamiento para el dolor como la radiofrecuencia o la cirugía.
Aunque estas son algunas de las patologías más comunes de columna vertebral, hay muchas otras, por lo que es imprescindible acudir al especialista para que pueda valorar el origen del dolor y determinar el tratamiento más adecuado. Por ello, si padece dolor que no mejora en poco tiempo y se produce alguna de las situaciones que menciona el Dr. Clavel, lo más recomendable es que pida cita para revisión.
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