La mayoría de los adultos que sufren escoliosis la tienen desde la adolescencia, pero no fue diagnosticada o no se trató de forma adecuada y con el tiempo ha seguido evolucionando. Por ello, la detección temprana es clave para corregir la escoliosis a tiempo. Desde Instituto Clavel te contamos más sobre los diferentes tratamientos para esta patología de columna.
¿Se puede corregir la escoliosis? La respuesta corta es que sí, aunque la forma en la que se lleva a cabo esa corrección depende de diferentes factores como la edad del paciente, su estado general de salud y, por supuesto, el grado de la curvatura.
La escoliosis es una deformidad de la columna que puede ser desde leve hasta severa. Para que se considere escoliosis hay que tener en cuenta que dicha deformidad debe ser tridimensional, es decir, en el plano frontal, sagital y transversal, siendo la curva superior a 10 grados en el frontal o coronal.
Como indicábamos al inicio, en la gran mayoría de los casos suele surgir en el periodo de crecimiento (habitualmente escoliosis idiopática), aunque también hay casos de escoliosis de novo o escoliosis degenerativa del adulto que se produce a edades avanzadas.
Cuando la escoliosis es muy leve puede llegar a ser imperceptible, por lo que es muy importante que los niños y adolescentes acudan a las revisiones pertinentes para que su doctor pueda detectar esta desviación y la vigile. De esta forma, si la curva aumenta entre revisiones, se determinará la necesidad de comenzar un tratamiento. Además, en el caso de los niños, lo más habitual es que no provoque dolor ni ningún otro síntoma, por lo que es todavía más necesario hacer chequeos periódicos.
A continuación, explicamos cuáles son las diferentes opciones de las que disponemos para corregir la escoliosis según la edad.
Cómo corregir la escoliosis en niños
La ventaja de detectar la escoliosis durante la infancia o adolescencia es que la columna vertebral se encuentra en periodo de crecimiento, por lo que es posible corregir la escoliosis de forma conservadora, es decir, sin necesidad de cirugía, aunque esto dependerá de nuevo del grado de curvatura del paciente y del momento madurativo en la que se presente.
Si la curvatura es muy leve, la recomendación suele ser hacer revisiones periódicas para controlar la evolución. En caso de que esta empeore en un periodo corto de tiempo, se pondrá en marcha el tratamiento, que en la mayoría de casos consiste en el uso de un corsé ortopédico.
El traumatólogo debe determinar, según las necesidades del paciente, el tipo de corsé que debe llevar y las horas. Hay corsés diseñados para llevarlos la mayor parte del día, entre 20-22 horas y otros que solo se llevan por la noche. Respecto al periodo total durante el cual tendrá que llevarlo, de nuevo dependerá del estado de la curvatura cuando se indica su uso y de cuándo finaliza la etapa de crecimiento del paciente.
El tratamiento se puede reforzar de forma complementaria con ejercicios fisioterapéuticos para fortalecer la musculatura y la columna vertebral.
Aquí puedes encontrar más información sobre el uso del corsé ortopédico
Sin embargo, hay casos en los que el grado de la curvatura es grave, por lo que no es posible llevar a cabo un tratamiento conservador y es necesaria la cirugía. En Instituto Clavel valoramos esta opción a partir de los 45-50 grados de curvatura. Se trata de una intervención compleja pero que, con la experiencia y la tecnología de la que disponemos en nuestro centro, puede ser la solución más efectiva para devolver la calidad de vida al paciente.
Uno de los aspectos más importantes es la planificación, que en Instituto Clavel realizamos gracias al uso del escáner EOSedge, que nos proporciona una imagen tridimensional de la columna del paciente y del software Keops, con el que realizamos una reconstrucción del resultado tras la operación. Este paso previo, además, nos permite diseñar a medida las barras que necesita el paciente, por lo que aumentamos tanto la seguridad como la precisión en la corrección.
El postoperatorio de los adolescentes suele ser rápido, ya que la capacidad de recuperación en esa etapa de la vida es mayor.
Cómo corregir la escoliosis en adultos
Al contrario que en la adolescencia, durante la edad adulta la escoliosis sí puede provocar limitaciones por el dolor que produce, incluso aunque la curvatura sea leve. Esto es así porque la desviación, junto con los cambios degenerativos, puede comprimir estructuras neurológicas provocando dolor de espalda y de otras zonas como las extremidades inferiores.
Por ello, el objetivo principal en este caso es la reducción del dolor con medicación o con infiltraciones en la zona. Desafortunadamente, el uso del corsé no está indicado para corregir la escoliosis en adultos porque no evita la evolución de la curvatura. Por lo tanto, las opciones conservadoras, como hemos indicado, son la medicación, las infiltraciones y los ejercicios fisioterapéuticos.
No obstante, al igual que en los adolescentes, si la curvatura de la columna es muy grave y supera los 45-50 grados, se valorará la opción de llevar a cabo una cirugía correctiva. En Instituto Clavel tras colocar los tornillos en las vértebras, realizamos los cortes óseos necesarios con bisturí óseo por ultrasonido, que permite llevarlos a cabo de forma más eficaz, precisa y segura. Después se lleva a cabo la corrección y se fija a las barras, que como hemos explicado, diseñamos a medida de la columna del paciente y finalmente colocamos injerto óseo para que la estructura se fusione con el hueso.
En este vídeo el Dr. Ignasi Català explica más sobre la cirugía de escoliosis, cómo es el proceso antes y durante la operación, así como la recuperación tanto en adolescentes como en niños.
Esperamos haberte ayudado y, si tienes alguna duda sobre el tratamiento de la escoliosis o necesitas atención personalizada, te invitamos a que contactes con nosotros. Estamos a su disposición en todo momento.
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