La sacroileitis es la inflamación de una o ambas articulaciones sacroilíacas. Esta afección puede provocar dolor y rigidez en la parte baja de la espalda, las piernas y las caderas. Por eso, muchos pacientes se preguntan si es bueno caminar con sacroileitis.
La sacroileitis está asociada con muchas afecciones que causan inflamación en la columna. La articulación sacroilíaca está a ambos lados del hueso sacro, la estructura ósea en la base de la columna vertebral.
Esta articulación conecta el sacro con el hueso ilíaco, la parte superior del hueso de la cadera. La inflamación puede causar dolor en el sacro, en los glúteos, la parte baja de la espalda y en las piernas de quienes padecen sacroileitis.
Causas y síntomas de la sacroileitis
Hay varios motivos que pueden llevar a la inflamación de la articulación sacroilíaca, como por ejemplo:
- Espondilitis anquilosante. Es un tipo progesivo de artritis inflamatoria que afecta a la columna vertebral y las caderas. La sacroileitis es a menudo un síntoma temprano de esta enfermedad.
- Trauma. Una lesión repentina puede dañar las articulaciones sacroilíacas y causar inflamación, desarrollando una sacroilitis degenerativa. Como una caída de culo, un accidente de coche o moto con golpe lateral, cargas de peso excesivas…
- Infección. Si la articulación sacroilíaca se infecta, se inflama y puede sufrir daños.
- Alteraciones del equilibrio corporal, como la escoliosis o la dismetría de piernas.
- Parto. En las fases finales del embarazo y durante el parto, la articulación sacroilíaca se abre, ensanchando la pelvis para que pueda salir el bebé. También ocurre en embarazos múltiples.
La sacroileitis puede causar dolor de forma intermitente. Muchos pacientes experimentan síntomas más pronunciados durante la noche, al dormir apoyados en el lado afectado, o al despertar; incluso al estar mucho tiempo de pie cargando el peso del cuerpo en uno u otro lado, al sentarse y al subir escaleras. Los principales síntomas de la sacroileitis son:
- Lumbalgia baja unilateral.
- Dolor que irradia hacia la cadera y la ingle.
- Dolor que se extiende por la pierna en su cara lateral hasta el tobillo e incluso el pie, simulando una ciática por hernia discal.
- Rigidez en las caderas y la parte baja de la espalda.
Se estima que entre el 15 y 20% de las lumbalgias diagnosticadas provienen de una articulación y no de la columna lumbar. La sacroileitis es una patología de dolor lumbar que a menudo se confunde con otras dolencias. Muchos pacientes son intervenidos pero su dolor no cesa, y eso se debe a un diagnóstico erróneo. El Dr. Català habla más sobre esto en un artículo de El Confidencial:
¿Es bueno caminar con sacroileitis?
La sacroileitis no es una enfermedad grave y es una lesión que puede mejorar con fisioterapia regular.
Tanto si el paciente se ha sometido a tratamiento quirúrgico como a tratamientos conservadores, los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, son importantes ya que ayudan a mejorar la salud cardiovascular. Pero, a menudo, personas con trastornos de la parte baja y de la cadera, tienen molestias.
Por eso, es importante consultar antes con tu fisioterapeuta el tiempo y distancia que puedes caminar, para no forzar las articulaciones y que la afección pueda empeorar. En IC Rehabilitación trabajamos para hacer planes personalizados para cada paciente, teniendo en cuenta sus necesidades y limitaciones.
Caminar es un medio para trabajar suavemente y mejor la articulación sacroilíaca que correr o trotar, y tiene como beneficio adicional que es fácil adaptarlo a nuestro horario. Empieza caminando con pequeños paseos diarios para ir adaptando las articulaciones, y aumenta progresivamente las distancias y el tiempo.
Hay que tener en cuenta el tipo de terreno y la pendiente, siendo lo ideal un terreno estable y plano. Es recomendable que el calzado sea ligero, flexible, cómodo y que recoja bien el pie, evitando los zapatos sin anudar al pie tipo sandalias, zuecos, chanclas u otros.
Iria Rabell, directora de IC Rehabilitación, nos explica que: "en este tipo de dolencia es muy importante saber estirar, movilizar y relajar la musculatura, por ello es aconsejable acudir al fisioterapeuta para que le ayude y le enseñe una rutina que pueda aplicar usted mismo y así ayudar a su cuerpo.”
Nuestros fisioterapeutas están habituados a este tipo de dolencias y aplican tratamientos eficaces donde el paciente participa, creando un trabajo multidisciplinar entre el equipo médico de Instituto Clavel, el fisioterapeuta especializado en columna vertebral y el paciente.
Por el contrario, hay ciertos ejercicios que están prohibidos si sufres sacroileitis, como crossfit, halterofilia, running… y otros deportes donde la zona sacra pueda ser golpeada y se puedan realizar movimientos bruscos y cargas intensas. Esto sólo agravará el dolor de la articulación sacroilíaca.
Si los tratamientos conservadores (como fisioterapia específica, punción directa de la articulación sacroilíaca o radiofrecuencia) no hacen efecto, el paciente tendrá que someterse a una fusión de la articulación sacroilíaca. Una intervención con la que se estabiliza y con el tiempo fusionará la articulación sacroilíaca mediante la colocación de tres pivotes de titanio que cruzarán la articulación.
Otra de las preguntas más habituales entre los pacientes que sufren sacroileitis es sí pueden trabajar. Debido a que el diagnóstico de esta afección suele llevar más tiempo que otros, los pacientes pueden sufrir dolor durante un periodo largo, llegando a afectar a su calidad de vida y sus actividades laborales. Sigue leyendo sobre la sacroileitis y el trabajo en este artículo:
¿Se puede trabajar con sacroileitis?
Si te sientes identificado con alguno de los síntomas descritos anteriormente, has acudido al médico, pero en las radiografías no detectan nada, existe la posibilidad de que sufras sacroileitis. Queremos recordarte que en Instituto Clavel estamos siempre disponibles para cualquier tipo de consulta. No dudes en ponerte en contacto con nosotros.
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Categorías: Bienestar, Rehabilitación, Gestión del dolor