Un absceso cerebral es una infección que generalmente es grave y requiere ingreso hospitalario hasta que haya remitido. Desde Instituto Clavel, expertos en neurocirugía, te contamos por qué se produce esta enfermedad, cuáles son sus síntomas y los tratamientos más eficaces.
A lo largo de la vida nos vemos obligados a combatir diferentes males, enfermedades víricas o infecciosas, entre muchas otras cuestiones. Precisamente las infecciones pueden desarrollarse en cualquier punto de nuestra anatomía, incluido el cerebro. El tipo de infección más frecuente en esta parte de nuestro organismo se conoce como absceso cerebral.
Esta enfermedad se produce como consecuencia de la acumulación de pus dentro del cerebro. La generación del material purulento se debe a una infección, normalmente por bacterias u hongos, y puede producirse a cualquier edad, aunque es más frecuente en el sexo masculino.
Dicho absceso puede ser único o múltiple, si se manifiesta en diferentes puntos. En primer lugar, surge una inflamación del cerebro, lo que se conoce como cerebritis, pero al evolucionar la dolencia crea una cavidad con presencia de pus que tiende a crecer de forma progresiva.
La mayoría de los casos son graves y requieren hospitalización e intervención quirúrgica. Esto es fundamental ya que, debido a la infección, la presión intracraneal puede aumentar de forma excesiva y la vida del paciente puede verse comprometida.
Causas del absceso cerebral
Entre las principales causas existentes de que los gérmenes lleguen al cerebro y se produzca un absceso cerebral, podemos destacar las siguientes:
- Una infección localizada en otro punto del cuerpo humano (pulmones, huesos, piel, etc.) puede extenderse a través de la sangre, alcanzando al cerebro y dando lugar a esta patología. Es lo que se denomina una diseminación hematógena.
- Un traumatismo craneal severo, con heridas abiertas de profundidad también puede generar este problema. Se trata de una infección por entrada directa. Pero, sin duda, la causa más frecuente es el alcance por contigüidad de una infección localizada en la cabeza. Hablamos por ejemplo de una sinusitis no controlada, infecciones del oído o de la cavidad bucodental.
Síntomas del absceso cerebral
Los síntomas más comunes son los propios de una infección: fiebre, malestar general, cansancio, etc. Además, al estar localizado en el cerebro y tratarse de una masa interna puede ocasionar otros problemas:
- Dolores de cabeza
- Cuello rígido
- Náuseas
- Vómitos
- Dificultad para hablar
- Pérdida de movilidad en las extremidades
- Cambios en la visión
En los casos más graves también puede producir pérdida de conciencia y convulsiones. La sintomatología puede manifestarse lentamente, durante varias semanas, o bien aparecer de forma repentina.
¿Cómo se diagnostica?
Debido a la gravedad de la infección en Instituto Clavel queremos destacar la importancia de un rápido diagnóstico para poder acabar con el absceso. La mejor forma de verlo es mediante un TAC craneal (tomografía computarizada TC) o una resonancia magnética.
Aparte de esto, es habitual que se realice una biopsia con punción de material del absceso para identificar la causa concreta que ha provocado la infección y así llevar a cabo el tratamiento más efectivo. Asimismo, se llevará a cabo un examen del sistema nervioso y del cerebro para comprobar su estado y el nivel de presión intracraneal.
Lo más recomendable para obtener una valoración precisa es ponerse en buenas manos, ya que esta lesión no se ve fácilmente y puede confundirse con otro tipo de patologías como el tumor cerebral.
Tratamientos del absceso cerebral
El tratamiento de esta infección variará en función de la gravedad de la misma. No obstante, como se trata de una urgencia médica, requerirá ingreso en la mayoría de los casos para evitar riesgos hasta que la situación del paciente sea estable.
Se recomendará tratar con antibióticos y controles periódicos con resonancias o escáner en los siguientes casos:
- Absceso de un tamaño inferior a 2 cm.
- Abscesos múltiples (son poco frecuentes).
- Absceso cuya localización es muy profunda.
- Absceso acompañado de meningitis.
El tratamiento antibiótico elegido dependerá de los resultados de la biopsia, de la edad del paciente y de su historial médico. Es decir, se recomiendan antibióticos específicos para cada caso.
No obstante, como indicábamos al inicio, habrá otros pacientes en los que será necesario llevar a cabo una intervención quirúrgica para extirpar la lesión. Estas son algunas de las situaciones más delicadas:
- Aumento de la presión en el cerebro.
- Absceso con un tamaño superior a los 2 cm.
- Riesgo de ruptura del absceso.
- Absceso con gas, que puede ser producido por algunos tipos de bacterias.
- Absceso que no se reduce tras el tratamiento médico.
En estos casos, se recurrirá al método quirúrgico más adecuado para cada paciente según la localización y las características de cada absceso: aspiración y drenaje, cirugía abierta, etc.
En Instituto Clavel contamos con un equipo de neurocirujanos con amplia experiencia en este tipo de intervenciones y un elevado porcentaje de éxito. ¿Necesitas más información? Contacta con nosotros y te atenderemos de forma personalizada.
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