La descompresión microvascular es un procedimiento quirúrgico que consiste en la liberación y descompresión del nervio trigémino u otros pares craneales con origen en el tronco del encéfalo.
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La descompresión microvascular es un procedimiento quirúrgico que consiste en la liberación y descompresión del nervio trigémino u otros pares craneales con origen en el tronco del encéfalo.
Principalmente para tratar la neuralgia del trigémino cuando no existe buena respuesta al tratamiento farmacológico.
La neuralgia del trigémino es una patología crónica, que consiste en un dolor intenso y episódico en la cara, ya que afecta a una de las ramas del trigémino: oftálmica, maxilar o mandibular.
Afecta a más mujeres que a hombres, con mayor frecuencia a partir de los 50. El dolor se presenta de forma paroxística y discontinua, y suele desencadenarse por estímulos táctiles sobre la superficie de la cara o otras actividades como masticar, hablar, bostezar o lavarse los dientes.
Con una resonancia magnética cerebral puede ponerse de manifiesto una de las principales causas de esta patología, que es la compresión neurovascular. La más frecuente es la arteria cerebelosa superior (90%), seguida de la arteria cerebelosa anteroinferior (10%), que causan irritación mecánica sobre el nervio. No obstante, hay otras causas para esta patología que no son susceptibles de mejorar con la descompresión quirúrgica: irritación por químicos, VIH, esclerosis múltiple, infección por herpes zoster entre otras.
La descompresión microvascular se realiza bajo anestesia general, con monitorización neurofisiológica y utilizando el microscopio neuroquirúrgico.
El primer paso es realizar una incisión curva, en forma de C a unos 2 cm del pabellón auricular, tomando como referencia la punta de la apófisis mastoides. Tras levantar la piel y desperiostizar, se realiza una craniectomía pequeña (unos 2-3cm de diámetro) justo en el margen inferior del seno transverso y por detrás del seno sigmoides, descubriendo la duramadre, y al abrirla, el cerebelo.
Este es desplazado con suavidad para mostrar, en profundidad, el tronco del encéfalo. En este punto debe disecarse la membrana aracnoides que envuelve los pares craneales, hasta llegar al trigémino, el 5º par. Llegados a este punto, se interpone un material esponjoso (como teflón) en el cruce vascular que causa la patología y se cierra la herida.
Aunque se trata de una cirugía compleja, la estancia hospitalaria oscila entre 2 o 3 días en ausencia de complicaciones. No requiere rehabilitación física, pero suele mantenerse el tratamiento farmacológico para la neuralgia durante las primeras semanas. Después se retira de forma pausada y bajo supervisión médica en las visitas de control posteriores a la intervención.
Dada la localización profunda del nervio trigémino, existen varios riesgos asociados:
No obstante, en Instituto Clavel contamos con amplia experiencia en este tipo de procedimientos y hacemos uso de la última tecnología, lo que nos permite realizarla de forma segura y reducir al máximo las posibles complicaciones.
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