En Instituto Clavel establecemos el diagnóstico a partir de un examen holístico. Entre las pruebas, se incluye un escoliograma biplanar con baja dosis de radiación gracias a la nueva tecnología EOS. Con este escáner, obtenemos una imagen de alta calidad que nos permite determina la magnitud de la escoliosis de forma precisa. Generalmente, esta prueba se complementa con una resonancia magnética de toda la columna.
En caso de que el paciente tenga ser intervenido quirúrgicamente, también se complementará el estudio con una tomografía computarizada de la columna y, en el caso de los adultos, una densitometría para hacer una valoración de la calidad del hueso.
¿Cómo la tratamos?
En Instituto Clavel ofrecemos tratamiento para corregir la escoliosis infantil, juvenil y del adulto. El tratamiento de la escoliosis varía en función de su estado. De esta forma, se puede iniciar con opciones conservadoras en los casos más leves y optar por la cirugía en aquellos casos en los que, por su gravedad, sea necesario.
En los casos leves, en Instituto Clavel solemos optar por ejercicios fisioterapéuticos para fortalecer la musculatura y la columna vertebral, que ayudarán a corregir la curvatura.
Cuando la gravedad de la escoliosis es media, aparte del tratamiento fisioterapéutico, se recomendará el uso de corsé ortopédico. Si el paciente afectado está en etapa de crecimiento, lo más efectivo es que lo lleve 23 horas al día para corregir el problema, uso que se irá reduciendo progresivamente.
Sin embargo, cuando la curvatura de la columna es grave y afecta a la calidad de vida del paciente, es necesario optar por una intervención quirúrgica para corregirla. Para ello contamos con un equipo multidisciplinar formado por un cirujano ortopédico, el Dr. Charosky, que es un referente mundial en cirugía de escoliosis, el equipo de neurocirujanos encabezados por el Dr. Català, la unidad del dolor y el equipo de UCI con intensivistas de primer nivel.
Además, disponemos de un equipamiento tecnológico muy avanzado formado por piezas como el escáner O-ARM 2, el robot Mazor X o la monitorización neurofisiológica intraoperatoria (MIO) para que la cirugía sea más sencilla y segura. Hay que tener en cuenta que todo esto es clave, ya que, de las cirugías de columna, la escoliosis es uno de las más complejas, por lo que es necesario contar con los recursos humanos y tecnológicos necesarios para minimizar los riesgos al máximo.