Una vez realizada la valoración, si se determina que el paciente tiene una patología, pueden producirse dos situaciones: que necesite intervención quirúrgica o que no. En función de esto, el plan de rehabilitación específico para su columna será diferente.
Tratamiento para pacientes sin intervención quirúrgica
En este caso, el tratamiento consta de una combinación de terapias pasivas y activas específicas que garanticen su recuperación.
Las terapias pasivas son llevadas a cabo por nuestros fisioterapeutas especializados en terapia manual, los cuales poseen un amplio conocimiento del cuerpo humano para tratar de forma eficaz las dolencias de la columna vertebral. Esta terapia pasiva o manual es un conjunto de métodos que actúan sobre el tejido muscular, óseo y nervioso para promover la recuperación de la disfunción en la biomecánica del cuerpo, ayudando a normalizar, liberar y/o facilitar la movilidad. De esta forma, diferenciamos entre técnica miofascial para restablecer disfunciones en el tejido muscular, técnica neural para liberar el atrapamiento de un nervio entre las estructuras y técnica visceral para tratar afecciones relacionadas con las vísceras.
Asimismo, en FisioSpine utilizamos la radiofrecuencia, ya que es muy eficaz en el tratamiento de cicatrices, lo que facilita el proceso de regeneración. Esta, no obstante, no se aplica en una fase determinada ni en todos los pacientes, tan solo es un complemento con el que contamos si consideramos necesario.
Las terapias activas, por su parte, son aquellas en las que necesitamos la colaboración del paciente para su realización y se componen de diferentes ejercicios terapéuticos pautados por el equipo de FisioSpine para mejorar la postura, relajar y tonificar la musculatura de la espalda. El objetivo es que el propio paciente fortalezca su columna a través de la activación de sus cadenas musculares, conjuntos de ligamentos y articulaciones.
Una vez recuperado, se le recomiendan actividades de mantenimiento preventivo, ya sea de forma individual o grupal.